02 | 10 | 2017

Los Hongos Mágicos te llevan al mundo de los Sueños (y te liberan del Ego)

La psilocibina estimularía las regiones del cerebro que se muestran más activas mientras dormimos.

Las drogas psicodélicas alteran la consciencia de una forma profunda, y aumentan significativamente el flujo de la actividad cognitiva. Sin embargo, hasta hace poco, no podíamos ofrecer una explicación de cómo el cerebro es alterado por este tipo de efectos.

En un nuevo estudio, publicado por la revista Human Brain Mapping, se escaneó el cerebro de voluntarios que fueron inyectados con psiclocibina -el químico encontrado en los "Hongos Mágicos", responsable de la experiencia psicodélica- y un grupo de control que no recibió droga alguna. Se detectaron dos temas claves: la psilocibina aumenta la amplitud de actividad en regiones del cerebro que son activadas durante el sueño profundo, y de zonas primitivas del sistema emocional del cerebro; y que las experiencias psicodélicas facilitan un estado de consciencia "expandida", lo que significa que el rango de asociaciones hechas por el cerebro es potenciado bajo el efecto de estas drogas.

Ego y emociones

Este hallazgo de un patrón similar de actividad durante el sueño es, cuando menos, intrigante. Mientras el estado psicodélico ha sido comparado muchas veces con "soñar despierto", el efecto opuesto se produce en la zona del cerebro que controla el "yo". Básicamente, mientras mayor es la actividad en el fragmento emocional del cerebro, menor es el movimiento neuronal en el sistema del ego.


La evidencia de esta investigación se suma a los datos preliminares de un estudio de mapeo del cerebro con LSD. Ambos parecen apuntar a que el estado psicodélico es básicamente una actividad irregular y desorganizada en el sistema del ego, además de movimientos desinhibidos en el sistema emocional, un efecto que podría explicar por qué las drogas psicodélicas han sido consideradas facilitadoras de ciertas formas de psicoterapia.

Aunque se trata de una teoría en pañales, aún pendiente de muchas pruebas, podríamos estar acercándonos a las conclusiones que describan la base biológica de las experiencias psicodélicas, y su aparentemente enorme potencial en la expansión de nuestra consciencia.


Haciéndose una idea

El estudio de los efectos psicodélicos en el cerebro comenzó en la Universidad de Bristol en 2009, y continúa hoy en el Imperial College London y la Universidad de Cardiff.

Los investigadores estaban interesados en la idea de que las drogas psicodélicas facilitan la comunicación neuronal a través del cerebro y, más específicamente, cómo el modo "por defecto" del cerebro (posiblemente el mayor paralelo del ego) actúa para inhibir dicha comunicación.

En su primer estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences en 2012, se reveló una baja localizada en la actividad neuronal en el modo "por defecto" del cerebro, un hallazgo interesante porque iba en sincronía con la antigua idea de que las experiencias psicodélicas diluyen temporalmente el concepto del ego. En otras palabras, se disminuye el sentido propio de que se posee una personalidad dura y perdurable. Este nuevo estudio ayuda al entendimiento de cómo ocurre este fenómeno.

Entender los mecanismos del cerebro bajo distintos tipos de estímulos (como el de las drogas psicodélicas) puede ser potencialmente útil para multitud de aplicaciones, por ejemplo, para ayudar a pacientes a experimentar una liberación emocional durante la psicoterapia, o para estimular el pensamiento creativo en personas sanas.

Artículo original (en inglés) de theconversation.com